jueves, 28 de abril de 2011

Musiqueando II

¡Qué ganas de expresar!, pero qué palabras tan limitadas, que apenas llegan a perfilar lo que siento. 
De momento, serenidad.  Hay tiempo de encontrar los medios y las formas adecuadas para abarcar las ideas.

Al menos, sí me gustaría  ofrecer una buena melodía como agradecimiento a todas aquellas personas que se esfuerzan por ayudarme a salir de mi penumbra intelectual y espiritual. Que me iluminan con su sabiduría y su carisma, hasta prácticamente hacer innecesaria la reflexión.

Una canción que hay que saber escuchar, que dice mucho en sus letras, pero más aún en sus silencios. Algo añeja ya, pero rabiosamente actual. Para todos ellos, en especial para doña Franquista... perdón, doña Francisca... gracias.