jueves, 1 de diciembre de 2011

Noches de alcoba

-  ¡¡¡¿Qué has hecho? !!!! ¡¡¡Has aplastado al niño!!!!.

- Ya no hubo sobresalto.

Ese grito desgarrado me ha despertado otras noches, con la pérdida correspondiente de varios años de mi vida.

El niño en cuestión no es más que una pequeña almohada azul, que comenzó proporcionando el acomodo necesario en esas primeras noches dolorosas. Tan buena fue su labor, le ha cogido taaanto cariño, que ahora sustituye a nuestro hijo en el frío de la noche.

Yo también siento ese frío, pero de una manera más física, digamos. Mi cerebro da orden de calentar al cuerpo, inundando mis sueños de batallas pendientes, llenas de curvas y orgasmos. Y a medida que los sueños cumplen con su misión calefactora, es cuando tiendo a aproximar mi cuerpo adormilado al de mi querida esposa, elevándome por encima de la colina azul, y produciéndose tan sonoro desenlace.

Una madre es una madre, y lo es las veinticuatro horas del día, ya sea despierta o dormida. No tiene pensamiento consciente o inconsciente que no esté impregnado de sus responsabilidades maternales.Y a mi me pasa lo mismo, que yo también soy buen padre. Yo también sueño con hijos, lo que pasa es que hay veces que solamente con la fase de encargarlos. ¿Qué se le va a hacer?.

Dedicado a la mujer que quiero, dormido o despierto, aunque sea incomprensible lo nuestro.
No me quites más años de vida, que a tu lado quiero vivirlos todos.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

El hombre deshumanizado

"El catorce de febrero me telegrafiaron desde Buenos Aires  que volviera inmediatamente, porque mi padre no estaba <<nada bien>>. Dios me perdone; el prestigio de ser el destinatario de un telegrama urgente, el deseo de comunicar a todo Fray Bentos la contradicción entre la forma negativa de la noticia y el perentorio adverbio, la tentación de dramatizar mi dolor, fingiendo un viril estoicismo, tal vez me distrajeron de toda posibilidad de dolor."
J.L.B.
Funes el memorioso.

Del lector que se puso a escribir. Parte II

No tengo una prosa sedosa,
mis palabras no son suaves, no acarician hasta hacer estremecer.
No la siento partitura transformada en tus manos melodía.
Importa lo dicho
no es bella en el fondo.
No es poesía.

Escribir me es laborioso. No hay romanticismo en mis textos.
No son más que los deshechos resultantes de ordenarlo todo para vivir inspirado.
En este lugar. En este momento. Durante una vida.
Son textos inútiles tras su punto final.

Y sin embargo los conservo.
Tal vez quiera ser el viejo de ojos alegres enmarcados en arrugas, que contempla con orgullo los recuerdos de su baúl.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Del lector que se puso a escribir

Presente, pasado y futuro.
Todo se conjuga en un escrito.
En este lugar. En este momento. Arrastrado por las vivencias o movido por los sueños.

Escribir es transformarse, manejando uno sus hilos. Comprendiendo quién se es y aspirando ser quien comienza a definirse en sus textos. Palabras elegidas unas veces, inconscientes otras, bellas, feas, en idiomas variados,  pero que siempre consiguen rellenar el espacio en blanco, reducir el vacío, acortar la distancia que separa realidad e imaginación.

No es necesario dominar el lenguaje, ni en sus normas ni en su belleza.
No importa qué se escriba ni qué lo motiva.
Da igual quién te lea. Ni siquiera que te lean.
Si la satisfacción es el poso que permanece al entregarse en un texto,
ese es un buen escrito.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Tambores de guerra

¡Prepárate, pequeño ángel!
que se te van a caer las alas.
Voy a hacer que te mojes hasta que puedas apagar el infierno que me atrapa.
Y cuando esté fuera, desearás no ser un ángel.

lunes, 14 de noviembre de 2011

De mayor quiero ser como tú

Saqué un instante la cara del ombligo para respirar. Tenía ya las pupilas deformadas de tanto mirar a lo oscuro y llorar.

Siempre serena, paciente, esperabas.
Con ternura en los ojos. Con pasión en los labios, esperabas.
Junto al amor de tu vientre, esperabas.
De tu frágil fortaleza saco las fuerzas para arrancarme lo que no cuadra con el presente. Tan deliciosamente contradictoria, arrastras mi peso muerto de las sombras mientras demandas necesidad en las caricias que son tuyas.
Y aún te sobró una mano para ventilarte los demonios. ¡Qué orgulloso me haces sentir!.

Me llevará un tiempo amor, pero al teneros se está normalizando. Sin prisa pero sin pausa. Musiqueando.

jueves, 10 de noviembre de 2011

"Sólo lloro palabras de arrepentimiento"

No sé enfrentarme al dolor
sólo sé luchar contra él.

No supe besarte, madre, y te endureciste.

No supe ser apoyo, padre, y tiraste la toalla.

No me acuerdo de vosotros, Javi y Marcos, y habéis muerto.

Ni de vosotros apenas, familia, y siento el vacío agrandarse.

No estuve a la altura, José, y despedías, tan joven, a tu madre.

Me nombré tu amigo, Ada, y te dejé sola.

No sé expresarte mi amor, Sonia, y temes, y lloras.

No sé enfrentarme al dolor
sólo sé luchar contra él.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Llanto

Aprendí a ser un hombre
y me he deshumanizado.

Si sufrís me quedo inmóvil, impávido, impasible...  Imbécil.

Si sufro no os dejo acercaros. Eso me aleja de vosotros.

Siembro lágrimas en vuestros rostros.
Yo sólo lloro palabras de arrepentimiento.

Quisiera romper la piedra fría que me cubre. Os necesito.

viernes, 28 de octubre de 2011

Necesitábamos...

... entendernos, sin palabras que confundan.
    Reivindicarnos como hombre y mujer.
    Hacer de nuevo el amor a carcajadas.
    Reencontrarse.

Gracias. Mil gracias. Infinitas gracias, eternas y sinceras.
Gracias por traerme de vuelta de Perdedor por el camino sinuoso de tu delicioso sexo.
Gracias.

     (Los pantalones me aprietan al recordarlo).

domingo, 23 de octubre de 2011

Las curvas de la felicidad

Unos días a tu lado

Cómo expresar lo que significa tenerte, si ya no hay anhelos ni vacíos que me hagan escribir.
Si sólo siento amor.
Si desde que estás conmigo, confundo sueños con recuerdos.

Sin necesidades, vivo por el puro placer de vivir.

jueves, 20 de octubre de 2011

Perdedor

Saboreo la derrota en vaso ancho. 
Su tacto fuerte y seco se confunde con el de mi whisky de doce años.

Es un trago solitario. He estado aquí más veces, pero nadie saluda al entrar. Aquí sólo hay viejos que llegaron hace tiempo y aún no han encontrado la salida. Viejos que cuentan una y otra vez sus historias tristes, sin darse cuenta de que todas son la misma. Viejos como Billy Joel, cuya historia suena mejor en los labios de una mujer.

Bebo, escucho y respiro la atmósfera cargada. Percibo el aroma de este mundo cansado, agotándose entre perseguir lo que no tiene y conservar lo que tuvo.

La derrota me trajo aquí y aquí me siento bien. Mi alma de perdedor es libre sin sus miedos. Se eleva y me hace por instantes invencible, sin nada ya que perder.

Disfruto el momento. 
Pido otra copa.
Escucho otra historia. La misma de siempre.

jueves, 8 de septiembre de 2011

La mano torcida

Un relato bien distinto me disponía a contar, pero me ha sido imposible.
Lo tenía todo preparado: contaba con varias hojas en blanco y una inspiración que fluía como agua nueva, pero al coger el bolígrafo para dar forma a las ideas, mi mano se torció.
Tenía más pinta de pezuña que de mano; casi más siniestra que la zurda. De pronto, de manera totalmente automática, comenzó a ocupar mi blanco folio con celo, llenándolo de reivindicaciones que se me antojaron casi sindicalistas, demasiado, diría yo para una mano de derechas.
En ellas expresaba un enorme malestar. Asumía sin gustarle, su papel de segundona, de no ser más que la gregaria de mi magnífico cerebro, auténtico ideólogo de mis creaciones. No obstante, nunca se había sentido ninguneada como hasta ahora, cuando he comenzado a escribir en este blog.
Según exponía mi diestra, a ella le bastó siempre con expresarse en cada trazo ejecutado en el papel, pero la tiranía del teclado que le he impuesto, le ha silenciado para siempre.
Yo no pensaba que ello fuese a importarle. Es cierto que llevamos toda la vida trabajando juntos, pero aún lo seguimos haciendo en la intimidad. Puedo entender lo que escribe, pero ella a de entender que esos trazos que  llama letras no son más que garabatos irregulares, feos y pequeños. Letras que muestran inseguridad y timidez. Como las de un niño acomplejado aprendiendo a escribir.
Sin embargo, las letras de mi teclado son tan preciosas... tan homogéneas y sin baches. Tan perfectas... ¡si hasta las puedo cambiar de tamaño y de color a mi antojo!
En fín, que no sé si más por miedo que respeto, me he sentido obligado a cederle este espacio.
Espero que dé su brazo a torcer tras mi gesto, que asuma los nuevos tiempos y las mejoras que el progreso trae con ellos, y que no se me tuerza de nuevo.

(Para los que escriben con el cerebro, el corazón y las entrañas)

miércoles, 7 de septiembre de 2011

29

son las primaveras que acumulas. ¡Felicidades!.
Ya sabes de lo mucho que te quiero y de lo bien que me haces sentir. Pero no me apetece hablarte de eso ahora, no es el día ni el momento.

Sin embargo, que compartamos nuestras vidas desde hace tanto me ha dado la oportunidad de ser un espectador privilegiado de todos tus éxitos, que con 29 años son ya unos cuantos. Todos los que te has propuesto. Todos menos uno.

De aquella niña mona de 13 años que tenía a todos los tíos del barrio detrás, ha llovido mucho. Nunca congeniamos: tú eras sólo una Barbie ñoña para mí, y yo el típico pasota, tan sólo preocupado por hacer la gracia, para ti.
Sin embargo, aquí estamos.

Tenías que haber sido peluquera, pues no servías para estudiar, te habían dicho en casa.
Sólo por orgullo, te hiciste oficial administrativo entre notables y sobresalientes.

Te colocaste rápido en una tienda, pero nadie te entendía cuando decías que no lo disfrutabas. ¡Cómo podías quejarte!. Trabajar nunca gusta y tú al menos tenías un trabajo en el que no pasabas calor en verano ni frío en invierno.  

No has tenido nunca miedo al cambio ni a equivocarte y, allá donde has estado, has ido dejando una huella imborrable.

En realidad no has tenido nunca miedo a nada. Con 21 añitos, decidimos irnos a vivir juntos y a la playa, e incluso me compraste una casa (pues yo era un pobre estudiante que sólo aportaba pasta con los trabajos de los veranos y navidades).

Esa quizás es nuestra espinita. Me llamaron del colegio y, mientras se hacían realidad mis sueños, los nuestros se truncaron. Te lo debo.

Fueron años duros también en casa, que nos empujaron a irnos de alquiler casi con lo puesto a aquella casa inclinada, con riesgo de derrumbe.

Sin embargo, ahí estabas de nuevo. Arremangada, te metiste a un instituto (volviendo loco a más de un adolescente) y saliste siendo auxiliar de enfermería.
Ya no era cabezonería sino lo que siempre habías deseado.

Encontraste trabajo de lo tuyo, te compraste la casa de tus sueños, estuve a tu lado en tu boda... y tan sólo 29 años.

Ahora vas a ser madre. Ya no tienes trabajo pero en tu cara no ha cambiado la expresión de felicidad. Mucho has logrado, pero tú vives inmersa en tus sueños, arremangada, mirando siempre hacia adelante sin mostrar temor. Sin pedir epidural.

¡Felicidades!, y por tu cumpleaños también.
                                                                                                          Te quiero.

lunes, 5 de septiembre de 2011

A Daniel

Tumbado junto a ti, en el pecho de tu madre, los sentimientos afloran en forma de lágrimas.
Ilusión, ansiedad, alegría, inquietud... eran demasiados para guardarlos todos dentro.

No tengo mucho que enseñarte, pero quiero enseñarte bien lo poco que sé.
Enseñarte a vivir y amar con pasión. 
A disfrutar enormemente de lo pequeño.
A respetarlo todo sin temer a nada.
A amar la vida como yo la amo.

Quiero ser ejemplo, y eso me llena de responsabilidad.
Me entregaré a ello de manera incondicional, pues no concibo otra manera de amarte.

Ya queda poco, hijo, para conocerte. Para que me hagas llorar de alegría.
Hasta pronto.

I Can´t or I Kant? ¿Se merece la filosofía otra oportunidad?

Rodeado de mi torpeza, me lleva una eternidad alcanzar mis verdades. Unas verdades mucho más accesibles con tan sólo buscarlas en los libros.
Sin embargo, siempre he creído que ese innecesario esfuerzo me ayuda a descubrir mi verdadera naturaleza, sin contaminación ideológica que la distorsione. Y que, una vez llegado a ese punto, mis pensamientos fluyen más fácilmente que los de los eruditos.
Pero sólo había conocido a estudiosos de filosofía, no a un auténtico filósofo como ahora. Alguien de pensamiento puro y con la capacidad de comprenderlo que tanto anhelo.
Tal vez merezca la pena darle otra oportunidad, aunque sea de refilón, con precaución y cautela.
Tal vez.

Probaremos con el Gödrich ese.

De lo humano y lo divino

Nunca seré un buen cristiano y sin embargo, es de cristianismo de lo que están impregnadas mis creencias sobre todo.
Pero nunca seré un buen cristiano.
Veo el mundo imperfecto y soy incapaz de creer en la sola mano del hombre para ello. De existir, es Dios la imperfección. De esta forma hizo al mundo y a nosotros: a su imagen y semejanza.
Pero esa imperfección me gusta, hace posible la virtud: si en el mundo hay belleza, es porque no todo es bello. Si en el mundo hay bondad, es porque no todo es bueno.

Cada virtud, cada búsqueda de esa esencia puede ser suficiente para ser feliz.Yo vivo rodeado de bellísimas personas, y eso me hace muy feliz. Una felicidad que me hace estar enormemente agradecido. 
Y eso me hace creer en Dios. (Gracias Sonia por hacérmelo ver).

Sin embargo, no consigo encontrar justicia en este mundo. No tiene sentido tanto sufrimiento gratuito.  Me revuelve las entrañas.  No lo soporto, no puedo más que sentir una inmensa rabia y rebelarme contra ello. Solo un Dios imperfecto puede permitir tanta angustia desconsolada. Eso, o no existe.
Pero la necesidad de calmar mi sed de justicia me empuja a creer, a tener la esperanza de que tanto dolor se verá recompensado. 
Por eso creo que creo en Dios.

lunes, 22 de agosto de 2011

Todo al natural

Olvida las dulces palabras.

No importan ya tu atractivo y tus sensuales maneras.

Tus juegos de erotismo.

Estoy aquí. Ya me tienes. No los necesitas.


No quiero tu belleza, sólo tu carne, huesos y fluidos.

Quiero ensuciarme en ellos y jadear toda la noche, hasta nacer de nuevo animal.


No quiero tu ver tu cuerpo, sólo oler y saborear tu excitación.

Que te alimentes de mi sexo firme hasta saciarte.  Hasta fundir su dureza con el húmedo calor del tuyo.

Sólo quiero el puto placer que calme mi instinto.

Olvídalo todo. Y empieza a desnudarte.

martes, 2 de agosto de 2011

... y en sus noches

Cientos, miles de kilómetros por tierra, mar y aire en busca de un paraíso siempre lejano a nuestro hogar.

Cientos, miles de euros para distanciarnos por unos días de nuestras rutinas.

Las agencias de viajes compiten por ofrecernos los destinos más apetecibles: bellos, distintos, emocionantes...

... y en sus escaparates no encuentro nada más excitante que un viaje a tu interior.

Viajando en los días de verano...

Descargo adrenalina con cada bote de la embarcación.
La mar no invita a adentrarse en ella, pero poco importa ya.
Comienzo la inmersión.

Lejos quedan en lo profundo, rodeado de azul, los problemas superficiales.
En un mundo sin aire, nada importa salvo respirar.
El cerebro se desconecta. Es tiempo de sensaciones.

Vuelo sobre paisajes extraterrestres llenos de vida.
Formas y colores en combinaciones irracionales.
Un surrealismo que no se altera con mi presencia. Yo soy aquí el débil.

Sólo se puede sentir algo así en sueños.

Contemplación y existencia.
Desconexión profunda.
Imaginación palpable.

No he probado droga que me lleve más lejos.

miércoles, 22 de junio de 2011

tontos versos de aniversario

¡Que no suba mi Rayito y descienda mi Madrid!
que yo... feliz y feliz.

¡Que me pisen el meñique unos tacones de altura!
que yo... feliz sin mesura.

¡Que ferrari eche a Fernando y de a Hamilton su asiento!
que yo... feliz y contento.

¡Que me obliguen a bailar y lo cuelguen en yutube!
que yo... feliz, en una nube.

¡Que el médico me prohíba de todo salvo pescado!
que yo... feliz, encantado.

¡Que me obliguen a explicar con cantos gregorianos!
que yo... feliz, entre hermanos.

Da igual lo que suceda
yo estoy enamorado
que salga el Sol por donde quiera
¡hoy es mi aniversario!

De todas, como ninguna
eso sí, en concentrado
pues no requiere de altura
la mujer de la que hablo

para ser grande, ¡una diosa!
más ahora en su estado
picante, sexy, preciosa
me tiene siempre atontado

gracias por este día
gracias por este año
gracias por esta vida
¡A por otro aniversario!

sábado, 18 de junio de 2011

Claroscuro

Sabe la luz que cuando se acostumbra a las tinieblas, deja de ser luz y se convierte en tinieblas.
Sabe que es más fácil ser luz cuando no hay oscuridad que apagar.
Pero la luz no solo luce. También busca dar calor.
Por eso se acerca al frío.

martes, 7 de junio de 2011

Noches de Hombre-Lobo

El sonido de los Burning y la botella de Jack´s Daniels me transportan a los tiempos de pelo largo.
Fuera, el olor a azufre de la tierra mojada, delata tu presencia.
He estado huyendo de las sombras, pero aquí estás de nuevo, mi viejo puto amigo.

Tu rostro desfigurado me hiela el espinazo.

Ególatra acomplejado. Tan cobarde y vanidoso que sólo disfrutas siendo un masturbador compulsivo.
Tan subterráneo, que tu mundo acaba en el perímetro del ombligo.
Necesitas arrastrar muchas almas a tu agujero para alimentar tu formidable ego.
Cada vez más preocupado por el que dirán. Cada vez menos por el que sentirán.

Tu rostro desdibujado me hiela el espinazo.

Es doloroso mirarte a los ojos y verse uno mismo.

domingo, 29 de mayo de 2011

Tal y como eres

... tan suficiente, que a veces olvido que sigues siendo mi niña.

La que me robó el corazón.

La que me sigue necesitando.

Quererte es decir poco. Lo demás, todo sobra.



A solas seguiremos.

viernes, 27 de mayo de 2011

Primates

No somos más que eso.
Tendemos a olvidar que somos unos animales. Hemos aprendido tanto, que creemos que podemos dar respuesta a todo. Y somos tan egocéntricos, que cuando no se la encontramos es porque no tiene sentido.

Tenemos conciencia de nosotros mismos, pero no nos conocemos. Nos cuesta saber cómo somos más allá de nuestra biología. Y si queremos ir más allá, lo que aflora tratamos de interpretarlo con nuestros escasísimos conocimientos. Nos ha de encajar en lo que conocemos, queremos percibirlo con nuestros sentidos limitados, y eso no es posible.

¿La vida tiene sentido?. No lo sé,  pero si sé que de tenerlo, sería prácticamente imposible que  pudiésemos comprender cual es.

Lo que nos hace únicos, sin dejar de ser unos monos pelados, no es nuestra capacidad de pensar con lógica. Todos los seres vivos funcionan así: desde una planta que se gira hacia donde más sol recibe, hasta un animal que no vuelve a acercarse al que le ha herido.

Lo que realmente nos hace únicos (no lo digo yo, es una respuesta científica), es nuestra capacidad de imaginar, de poder ver mentalmente un futuro muy lejano. El resto de animales, y nosotros hasta los 5 años, tan sólo funcionamos con acción-reacción.

Y ya sabemos de manera tangible, que la imaginación es muy poderosa. Sabemos, por ejemplo, que si imaginamos cosas negativas, eso repercute en enfermedades reales, como ansiedad, estréss o depresión.

Por tanto, siempre hablando desde la ciencia más rigurosa, ¿por qué no dejar volar nuestra imaginación hacia sueños maravillosos?. Quién sueña despierto seguirá sin encontrarle sentido a la vida, pero mientras tanto vivirá más feliz.

Así que, queridos primates con capacidad de comprender las ideas que aquí escribo, dejad de una puta vez de buscar respuestas y poneros a imaginar las que os dé la gana, cuanto más increibles mejor.

Por eso los niños, que son muy sabios, son más felices. Eso es lo que me enseñan cada día en clase.

martes, 10 de mayo de 2011

El papel de nuestra escuela: la revolución interior

Afortunadamente, mucho se está moviendo dentro de los centros educativos. Surgen nuevos enfoques, nuevos  planteamientos que tratan de hacer de la escuela el espacio de desarrollo personal que pretende ser.
No me voy a entretener por tanto en recoger aquí estas ideas novedosas, tan sólo señalar algunas actuaciones generalizadas que considero que deberíamos de derribar por equivocadas, e intentar ofrecer  así una lectura complementaria a las que van surgiendo.

La primera tiene que ver con  la visión "docentrista" de la escuela . Nuestras actuaciones tienen siempre como sujeto activo a los docentes, dejando siempre de sujetos pasivos a lo alumnos. Incluso ahora que nos proponemos a cambiar la escuela, nos echamos toda la carga a la espalda y procuramos mejorar la calidad de nuestro trabajo, como si triplicando esfuerzos fuese suficiente para generar cambios significativos.

Debemos ser conscientes de que la escuela es una comunidad formada por profesores y alumnos (y sus familias), por lo que para provocar cambios, deberemos aportar los profesores, pero también los alumnos (y sus familias).

La segunda está relacionada con la temporalización de los contenidos de nuestras materias, que deben ser tratados en el plazo de un curso académico. En la práctica, acabamos asumiendo este límite temporal, que sólo es de contenidos,  para todas nuestras actuaciones con los alumnos, por lo que, o bien limitamos nuestra labor a la consecución de objetivos asumibles en el plazo de un curso académico o, si perseguimos objetivos más elevados tendemos a aumentar los esfuerzos para hacerlos visibles en dicho plazo, las más de las veces con escaso lógico resutado.

Tenemos que aprender a trabajar coordinados, no sólo de manera horizontal, sino también en vertical. Un trabajo bien hecho durante años por distintos profesionales, a lo que se suma el desarrollo personal del alumno, que va adquiriendo una mayor madurez en este tiempo, siempre ofrecerá mejores perspectivas de éxito que el de una sola persona durante los apenas nueve meses del curso, por mucho empeño que le ponga.

En tercer lugar, recogiendo las ideas anteriores, al estar planteada la escuela como un servicio para los alumnos y sus familias, se asume como lógico cargar de tareas y responsabilidades a los trabajadores que cobran por prestar dichos servicio, esto es, a los profesores. Incluso los nuevos enfoques se centran demasiado en el profesor como eje de las nuevas actuaciones, aumentando así el número de tareas que ha de cumplir, pues no sustituyen lo anterior. Al querer dar una educación integral, el profesor debe ser capaz de cumplir con los antiguos objetivos de su materia basados en los contenidos casi exclusivamente, pero ahora también debe ser capaz de atender indivilualmente a sus alumnos, detectar y aplicar medidas de refuerzo a los  que lo necesiten, trabajar con las familias, cumplir con todas las normativas de protección de datos, trabajar con los programas de seguimiento individualizado de sus alumnos, resolver conflictos de convivencia, educar en valores.... y todo ello con en las mismas horas lectivas que antes, y prácticamente con los mismos medios técnicos.

A medida que aumentan nuestras obligaciones aumentas nuestras tareas y por tanto, nuestro nivel de agotamiento. Y mientras esto ocurre, seguimos manteniendo a los alumnos como sujetos pasivos de su educación, dándose la paradoja de que hoy día son los alumnos los que pueden hacer una evaluación más objetiva de sus profesores, pues al ser casi exclusivamente observadores de su trabajo, tienen más capacidad de evaluación, que sus profesores para hacer lo mismo ante 30 caras  inexpresivas por aula, de las que sólo puede intuir mínimamente su evolucion con una nota de examen.

Relacionada con lo anterior, llega la cuarta (y última), que se resume muy bien en la expresión "más vale prevenir que curar". En la escuela no es siempre la mejor opción. Debemos confiar en los alumnos y dejar que sean ellos los que asuman la responsabilidad de sus actos. Se han de equivocar en muchas más ocasiones de lo que lo hacen ahora, pero aprenderán más que si nos limitamos a exponerles lo que está bien y lo que está mal.

Esta escuela que no permite interacturar (tal y como hacen por otro lado en el resto su día a día, en el mundo del siglo XXI ); la pasividad a la que les sometemos, provoca la apatía del alumnado. A su vez, esta escuela servicio público, que se centra en el aumento de los esfuerzos del profesorado como única solución de mejorar unos resultados estadísticos, genera agotamiento y  provoca además la apatía del profesorado cuando los resultados a tanto esfuerzo son escasos. Necesitamos ver resultado, sentirnos útiles. Que ellos y nosotros veamos como con su esfuerzo y nuestra ayuda vamos superando los obstáculos. Vamos creciendo juntos. Tenemos que repartir con ellos los esfuerzos concentrados en los profes y pensar en nuestra labor como parte de una cadena mas grande que concluye con la vida escolar del alumnos.  

¿Cómo hacerlo?

Debemos aprender a realizar nuestro trabajo principalmente fuera del aula y no dentro de ella, programando unas clases en las que sean ellos los que trabajen. (Ahí entran en juego todas las innovaciones pedagógicas y técnicas que van surgiendo).
En el aula, debemos limitarnos a sembrar, a proponer, proponer siempre, y a orientar, es decir, a educar sobre el error del alumno.

Por otro lado, debemos aprender a trabajar rompiendo los límites temporales de un curso académico. Se hace aquí fundamental la coordinación vertical, no sólo para trabajar más tiempo sobre lo mismo, sino porque   el tiempo es fundamental también para la maduración de un alumnado "en construcción".

Lo que se siembra un  curso, puede que florezca tres más adelante, cuando el alumno sea capaz de comprender la enseñanza. De ahí que sea importante trabajar conjuntamente, de manera vertical, de tal forma que las enseñanzas que les podamos transmitir no caduquen a los nueve meses.

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Si has llegado hasta aquí, mi más sincera enhorabuena y gracias por tu tiempo.   

lunes, 9 de mayo de 2011

Navegando

Daniel.- ¿de qué sirve seguir luchando?. Ya intenté llegar una vez y no fue posible. Ahora, por más que lo deseo, siento que no está en mis manos el conseguirlo, que lo que tenga que pasar, pasará.

Indiana.- ¡Insiste!. No dejes de intentarlo. No es cierto que tu destino esté escrito. No te resignes al azar.

D.- ¿Quiéres decir que si sigo intentándolo, lo conseguiré?.

I.- Desgraciadamente no. No todo lo puede controlar uno, pero puedes influir en el discurrir de los acontecimientos. Sigue creyendo en ello con todas tus fuerzas.

D.- No entiendo. Me animas a luchar a ciegas, sin saber si habrá recompensa.

I.- ¡No se trata de luchar, sino de vivir!. No es algo excepcional, sino la normalidad. En ocasiones lo percibimos. Lo llamamos sensaciones, presentimientos, agüero, química... el mundo gira y sólo a veces somos capaces de sentir el movimiento.

     Por eso no se trata de luchar, sino más bien de navegar un caudaloso río, no demasiado largo, en una modesta barquita de madera. Si no remas tan sólo puedes ir a la deriva, por eso es importante no rendirse, aunque seguir remando no te asegure llegar a la orilla deseada.

D.- Pero, ¿cómo vencer a la corriente con tan sólo un par de remos?

I.- Sintiéndola. No es culpa del río si no llegas donde quieres. Debes aprender a navegar con él. Escucha e impúlsate con sus corrientes.

D.- ¿Y si no van dónde quiero?. ¿Qué hago?.

I.- Aceptarlo e insistir, siempre siguir insistiendo. Nunca te marques un rumbo fijo. No pretendas seguir la ruta más corta, acepta que no puedes elegirla sólo con lógica, y no tengas prisa en llegar, que el río es corto.  

     Antes te ha de llevar a muchas orillas desconocidas. Adonde llegues, conoce. Aprende cuando no quede otra posibilidad y disfruta cuando te sea posible, pero que ni una cosa ni otra te hagan dejar de navegar.

     No hay frustración si lo haces comprensible. Y comprenderlo no significa rendirse.

D.- ¿Y si me acerco a la desembocadura del río sin encontrar mi orilla? ¿No sentiré entonces frustración?.

I.- Por supuesto... si lo que navegas fuese un río conocido. Pero, al igual que entiendes que el río no es sólo agua, sino que lo abarca todo, olvidas que el tiempo es sólo una invención humana. Si tus sueños son más amplios que una vida animal, no has de sentirte mal, sino orgulloso de ser capaz de imaginar orillas aún vírgenes. Orgulloso de pretender navegar más allá de la desembocadura. De querer conocer el mar.

    Si es así, no navegues solo. Comparte el viaje, pues algún día serás agua de río y podrás hacer que tu orilla se descubra.

  Sigue remando, hijo mio, que no lo haces solo.  Yo remo también. Ansío con todas mis fuerzas poder tenerte entre mis brazos.

jueves, 28 de abril de 2011

Musiqueando II

¡Qué ganas de expresar!, pero qué palabras tan limitadas, que apenas llegan a perfilar lo que siento. 
De momento, serenidad.  Hay tiempo de encontrar los medios y las formas adecuadas para abarcar las ideas.

Al menos, sí me gustaría  ofrecer una buena melodía como agradecimiento a todas aquellas personas que se esfuerzan por ayudarme a salir de mi penumbra intelectual y espiritual. Que me iluminan con su sabiduría y su carisma, hasta prácticamente hacer innecesaria la reflexión.

Una canción que hay que saber escuchar, que dice mucho en sus letras, pero más aún en sus silencios. Algo añeja ya, pero rabiosamente actual. Para todos ellos, en especial para doña Franquista... perdón, doña Francisca... gracias.

martes, 8 de marzo de 2011

El papel de nuestra escuela: la revolución exterior

Con la intención de construir escuela, nuestros esfuerzos se vienen centrando en mejorar o cambiar lo de dentro, lo que sucede exclusivamente en nuestro lugar de trabajo. Si existe alguna relación con el exterior, ésta sólo se produce de fuera a dentro, es decir, se nos dan pautas de lo que se nos pide y nos esforzamos por sacarles partido (en muchos casos no nos queda otra, somos trabajadores y se nos exige cumplir con las poco duraderas leyes educativas sin consenso).

Pero, ¿qué ofrecemos desde dentro hacia fuera?. Aparte de luchar para que nuestros alumnos puedan incorporarse al mercado laboral en las mejores condiciones posibles y de educarles en valores, en el mejor de los casos, sembramos para obtener una sociedad mejor en el futuro. Les animamos a que ellos, cuando posean el mundo, hagan por cambiarlo a mejor. 

No obstante, ¿y nosotros?. ¿Hacemo algo con  nuestro mundo presente?.

No nos debe extrañar que gocemos de poca consideración social. Desde fuera sólo se ve al docente como alguien con un trabajo estable (para el ojo poco experto todos somos funcionarios) y con unas vacaciones interminables. Si algo se nos valora, es la capacidad de aguante que tenemos al trabajar con niños y adolescentes, pero pocas veces nuestra labor con ellos.

Y es lógico. La sociedad nos reclama un papel transformador hoy que no estamos realizando. Se necesitan cambios, y la escuela ha de convertirse en baluarte de los mismos, pues ésta ha de ser una revolución aglutinadora, que sume, que sepa expresar con claridad y coherencia un mensaje beneficioso en sí mismo, para todos. La escuela puede ser capaz de cohexionar a una masa social, formada por las familias con las que trabajamos, y que se ha vuelto inmune ante las mismas promesas huecas, ya tantas otras veces escuchadas.

Por un lado, ha de dirigirse a sus familias para mostrarles  cómo es la escuela de verdad. Han de saber que aspiramos a crear una sociedad que sepa generar las condiciones necesarias para el desarrollo personal de nuestros alumnos, sus hijos.
No podemos pretender transformar la escuela por dentro, ofrecer una educación integral, sabiendo nosotros, nuestros jóvenes y sus familias, que tan sólo unos pocos conseguirán alcanzar sus sueños.
Hay que provocar una revolución interior en los alumnos (de la que hablaré en la próxima entrada), pero creyendo firmemente en ella, nosotros y ellos,  y eso sólo es posible si trabajamos para ofrecerles algo más que aspiraciones de futuro. Necesitamos presente, y esa demanda es de todos.
Por otro, ha de dirigirse a  las instituciones y demandarles mayores esfuerzos por generar esas condiciones.
Debemos hacerlo una vez que la demanda traspase los muros de la escuela y se haya convertido en una demanada social, y debemos expresarlo con firmeza pero sin exigencias, manteniendo un mensaje claro y coherente, un mensaje que no se centre en la mera reclamación para no generar oposición, sino que sepa exponer los enormes beneficios que a medio plazo se van a obtener si se invierte en ellos.
El desarrollo de la investigación y el fomento las ideas emprendedoras podrían a llevar a nuestra sociedad  a unas cotas de bienestar no conocidas, y no sólo en términos económicos, sino en su significado más amplia.
Con fuerza e ilusión, sin rabia que tuerza el mensaje, hay que comenzar a levantar la voz, siendo conscientes de que la empresa es larga y dura, pero con el convencimiento de que merece la pena.
Ya el mero hecho de alzar la voz  es de por sí una victoria, pues si queremos que  nuestros alumnos crean que de verdad es posible cambiar las cosas, no nos podemos limitar a animarles a que lo hagan en su futuro, usando para ello ejemplos de un pasado cada vez más lejano. Sólo podemos educar si somos consecuentes con nuestras palabras.

domingo, 6 de marzo de 2011

Servicio en construcción

Varios estímulos en las últimas semanas me han hecho estar dándole vueltas a cómo enfocamos, desde dentro y desde fuera, el papel de la educación en nuestra sociedad.
No sé si dar las gracias a Innovatocha, Florecejonia, a las conversaciones con Luís y al Micnu, o cabrearme con todos ellos por hacerme perder mi valiosisimo tiempo del domingo en escribir sobre el trabajo, pero es algo que me pide el cuerpo, así que coged aire que el viaje es largo y tortuoso.

Si decido escribirlo es también por el convencimiento de que para hablar de educación hay que hacerlo de manera colectiva. Dejo en vuestras manos mis ideas para que las diseccionéis, critiquéis y aportéis nuevas perspectivas sobre las que enfocar el problema.

IDEA I: FRACASO ESCOLAR 1º PARTE (desde fuera).

La educación está vista como un servicio público. Esto muchas veces se traduce en términos económicos, y se entiende que, como el resto de actividades , su objetivo ha de ser ofrecer un producto concreto.
Hasta en la sanidad se funciona de esa manera: si alguien usa este servicio, pretende curarse. Cuando no es posible, hay un fracaso. De ahí que se elaboren estadísticas de todo tipo que permitan a los responsables de turno afirmar que se va alcanzando el ideal de un mundo sin enfermedades y sin analfabetismo, al menos en el mundo desarrollado.

Como servicio, todo a nuestro alrededor son jefes, ya sean los directos (el Ministerio Estatal , la Consejería Autonómica, la Provincial y el Equipo Directivo local) o los indirectos, familias y alumnos que al ser clientes, tienen derecho a reclamar, lo que provoca que los esfuerzos de los grandes pensadores educativos nacionales, autonómicos, provinciales y locales se centren en subsanar tales reclamaciones, y no en enfocar adecuadamente el valiosísimo papel que debe cumplir este servicio en la sociedad. 

Sin un planteamiento adecuado, desligando su función del resto de la estructura social y limitándo su papel al de fábricas afaendas en la elaboración en serie de un producto concreto, me surgen varias cuestiones:

¿Qué quiere la sociedad que obtengamos?

¿Es posible lograrlo?

Si fuese posible, ¿El exceso de producto deseado no produciría la devaluación del mismo?.

Tras alcanzar los objetivos deseados, ¿tiene la sociedad capacidad de asegurar el desarrollo profesional y personal al producto ha querido desarrollar?


IDEA I: FRACASO ESCOLAR 2ª PARTE (desde dentro).

Dentro de la escuela no se entiende la educación en términos materialistas, por lo que no hablamos de productos sino de personas. No obstante, sí asumimos como cierto aquello del fracaso escolar, y nos esforzamos todo lo que podemos en tratar de subsanarlo, sin descuidar por supuesto, las obligaciones burocráticas que se nos imponen, que nos roban un tiempo excesivo para  paradójicamente pretender que hagamos mejor nuestro trabajo. Lo de fuera se traduce en esto por dentro.

Hoy día, y esto si lo percibo como un logro, la comunidad educativa a todos los niveles  entiende que la educación no debe ser alienante en el sentido estricto, es decir, preparar mano de obra cualificada y obediente. Debe ofrecer una educación integral.

No obstante, nuestros clientes (familias y alumnos) muchas veces no entienden que en la escuela se trabaje otra cosa que no sean contenidos que les preparen para desempeñar un empleo, a ser posible, en el que se gane mucho dinero o al menos, en el que no haya paro. Esto  provoca que trabajemos con un planteamiento teórico de formación integral, pero estando obligados en la práctica a obtener unos resultados concretos, medibles casi exclusivamente en su funcionalidad, que permitan al alumno hacer algo con ellos y no hacerse, como en teoría se pretende.

Y  peor es si nuestros alumnos nos reclaman una formación más amplia, más allá de los libros de texto. Los objetivos a cumplir son otros, y las limitaciones espaciales, temporales y de medios técnicos nos impiden satisfacerles. A ellos y a nosotros.

Afortunadamente se están realizando intentos  para huir de esta visión limitada. Se quiere romper con esa concepción económica de la escuela como fábrica de mano de obra en serie. Se da más importancia al individuo, y la educación se especializa para dar servicio a cada persona y no a un colectivo.

Pero esos esfuerzos no están bien enfocados a mi modo de ver. Volviéndo a los símiles materiales, es como si nos hubiésemos dado cuenta de que hay materias primas diferentes, pero lo único que hacemos es trabajarlas de una manera u otra para tratar de obtener el mismo producto.

¿Hemos variado los objetivos?. La cosa se complica, pues somos conscientes de las enormes diferencias que se dan dentro de una escuela, pero duplicamos esfuerzos para igualarles cuando salgan y que partan con las mismas oportunidades, algo enormente difícil, que se puede traducir en frustración personal para el alumnos, que asume el fracaso escolar, y en profesional para el docente, que también acaba por asumirlo.

IDEA III: SOLUCIONES INEFICACES

Bien me viene a cuento aquel dicho de los árboles no nos dejan ver el bosque. Solucionamos hacia abajo, pero no miramos hacia arriba.

Sin hablar de la falta de inversión en educación, que hace que estemos enseñando a nuestros alumnos de comienzos de siglo XXI, con pizarra y tiza como a comienzos del siglo XX, los esfuerzos que realizamos desde dentro van inconscientemente orientados a la consecución de esos objetivos empresariales erróneos en educación.

Usamos sin querer, terminología y procedimientos de empresa: llamamos Plan de Calidad al conjunto de medidas encaminadas a obtener mejoras; nos basamos en estudios estadísticos para cuantificar el grado de éxito; formamos a los docentes para que en el aula sean capaces de evaluar objetivamente actitudes, valores, formas de ser de nuestros alumnos, para que atiendan a las familias, para que sepan resolver conflictos... Todo ello basado en un objetivo, en el alumno-tipo que perseguimos, o mejor dicho, que nos han encargado producir.

Incluso en nosotros, sin quererlo, obligamos a nuestros alumnos a ser a nuestro modo de ver las cosas. Quermos romper con esta idea de escuela y les mostramos una escuela distinta. Una escuela que proponga, que siembre, que les permita desarrollarse...

Creemos que la falta de inquietudes se debe a la falta de estímulos, y nos lanzamos con todas nuestras fuerzas a mostrarle el mundo para que lo disfruten. Pero también ahí nos maracmos unos objetivos mucho más elevados que los meramente funcionales, pero objetivos a cumplir a fin y al cabo. Nuestra vocación nos hace perseguir ese sueño, ese alumno-tipo ideal que esperamos ayudar a autoproducirse, sin tener en cuenta, por lo mucho que nos chirría, que tal vez haya alumnos que sólo pretenden de la vida un trabajo estable de ocho horas que les permita comprar una casa y formar una familia.

No sólo el objetivo nos limita. También hemos asumido un papel de servicio social erróneo. Nos identificamos con una empresa que, a modo de hotel, debe esforzarse para que sus clientes tengan la mejor estancia posible, con todos los servicios a su disposición.  Pero en estos esfuerzos por cambiar las cosas, ¿hemos tenido en cuenta a los alumnos?, qué papel juegan ellos en la escuela, ¿sólo recibir?. Si queremos que la escuela sea un lugar en el que tener un desarrollo pleno ¿no deberían poner en práctica lo que reciben y por tanto, aportar a la escuela?

Buscamos resolver los problemas unilateralmente y eso a los alumnos no les sirve y además, a los profesores tampoco.

IDEA IV: FRACASO PROFESIONAL

¿Es posible soportar 40 años de profesión queriendo resolver problemas a base de esfuerzo y dedicación sin conseguir los objetivos perseguidos?

En el día a día, año tras año, la lucha diaria nos impide a veces ver las cosas con más claridad. Nos obcecamos por dar más, más y más pero sin ver más allá de nuestra labor. En el ajedrez, la dama es una pieza fundamental, pero aún así es imposible ganar una partida sólo con ella.

Para ayudarnos, se nos prometen más medios técnico, se nos concede ser autoridad y se procura que los alumnos respeten a su profesor y vean en él a quién les va a llevar a su éxito personal. Pero esto no se lo creen, ni nosotros, ni las familias, ni siquiera una sociedad que no genera las condiciones para que el desarrollo personal basado en el esfuerzo sea posible.

Ante esto, algunos profesores optan por venir, cumplir jornada y salir. ¿Qué más queremos hacer si no se puede cambiar nada?

Otros en cambio, creen que es posible y destinan toda su vida a tal empresa. El desgaste es grande, no pocas veces incluso en el terreno personal, y los éxitos son tan escasos que la desgana surge. Depresión, Burn Out, estress...

No creo que se trate de echarnos la escuela a las espaldas. Es más, creo que lo que deberíamos perseguir es justo lo contrario, dedicar menos esfuerzos pero conseguir que los dediquen los alumnos.

Los alumnos no sienten que la escuela sea  un lugar de desarrollo personal. Tal vez ya no les cortemos ya las alas e incluso tal vez ahora les enseñemos a volar, pero desde luego no les permitimos que lo hagan durante su etapa de formación. Que lo aprendan, y que cuando salgan del colegio lo hagan, pero aquí dentro no.

Dejarles ser partícipes de su desarrollo supone dejar espacio para el imprevisto, para lo que no está en la programación, y eso podría acarrear numerosísimas complicaciones a sumar a las que ya hay.

Pero, por muchos problemas que puedan surgir, esto podría dar respuesta a muchos otros que ya existen, comenzando por la apatía de los alumnos, y terminando por la apatía de los profesores.

Nosotros necesitamos sentir que nuestra labor tiene sentido, pero eso es imposible que lo hagamos nosotros solos, por mucho que nos esforcemos. Necesitamos al alumno, necesitamos ver cómo muestra interés, cómo avanza y cómo es feliz.

Ellos pueden proporcionarnos las fuerzas y la motivación que necesitamos. Nosotros a cambio, la perspectiva y la orientación de la que carecen para que sigan su camino de la manera más recta posible.

Deberíamos dejar de querer controlarlo todo, de trabajar para un objetivo, y simplemente centrárnos en proponer y en orientar. En sembrar, en ayudar a levantarse cuando se caigan y en animar. Teniendo mucho cuidado en ayudarles a llegar donde ellos quieran y no en empujarles hasta donde nosotros queramos.


IDEA V: POCA CONSIDERACIÓN SOCIAL

Cerrando el círculo, no se puede negar que se estén realizando enormes esfuerzos en los centros educativos que sin embargo, tienen poco éxito cuantificable o visible desde fuera. A su vez, al no conseguir los objetivos que nos impone la propia sociedad, se habla de fracaso escolar. Eso se traduce en una baja consideración social del profesorado, ya que se asume que si no se alcanzan objetivos es por falta de dedicación. Volvemos de nuevo a la idea equivocada de escuela como empresa, por lo que al no obtener el producto deseado, son los trabajadores los culpables, los poco productivos.

Y es que debemos elaborar un producto a medida. Por un lado, nos toca jugar el papel en primer término, de familia. Muchos de nuestros alumnos pasan más tiempo con sus profesores que con sus padres, por lo que éstos demandan a la escuela que asuma su papel de educador integral, que enseñe, que eduque, que entretenga, que aguante, que escuche, que dé de comer y avise al médico si hace falta...

A su vez, la escuela cumple el papel de minisociedad, donde nosotros hacemos de las autoridades y hemos de procurar que nuestros alumnos sepan ser cívicos, entendiendo por esto principalmente, el respeto a las normas.

Ambos roles nos demandan que les marquemos límites. Esto no es malo, pues los mismos alumnos nos los demandan. Lo que es equivocado es valorar el papel de la escuela en función del grado de sumisión conseguido. Si los niños no graban peleas con el móvil, si en casa respetan a sus padres, si no hacen botellón ni provocan incidentes con los vecinos, la cosa parece que va a mejor.

Pero, ¿qué futuro tendrá ese alumno?. Le hemos enseñado a respetar y, en el mejor de los casos, a esforzarse por encontar un hueco en la sociedad, no a esforzarse por cambiarla. ¿Cómo queremos alguna vez tener una mejor consideración social?¿Cómo queremos que sean ellos los que cambien la sociedad a la que llegan si lo único que les hemos enseñado es a formar parte de ella?. Han aprendido que deben ser ellos los que se adapten al mundo, por lo que, aunque no encuentren trabajo, aunque no puedan comprarse una casa, aunque no puedan formar una familia, lo único que saben hacer es otro curso más de inglés y algún máster si se lo pueden permitir.

Tal vez nos toque desde la escuela levantar la voz y hacer girar la rueda a la inversa.  No a los alumnos, sino a los docentes con los alumnos. Si somos conscientes de que estamos fabricando y además para una sociedad que no les quiere aunque les necesite, estamos obligados a cambiarla. Tenemos el arma más importante: la escuela, y al ejército más poderoso: los jóvenes.

Hay que moverse, pero sin ahogarse. Poco a poco, sabiéndo de las dificultades y de lo extenso de la empresa, pero sin detenerse.

Si creamos una escuela de verdad,  crearemos una sociedad de verdad.

Cómo poder ir realizando esta transformación es a lo que me voy a dedicar en las próximas entradas, así que gracias infinitas a los que aguantéis el raca raca, y sobre todo, a los que encima aportéis ideas. Un saludo. ¿Nos vemos?.

viernes, 18 de febrero de 2011

Musiqueando

Avanzar saboreando.

Despacio, pero avanza.

Manteniendo el ritmo. Sintiendo la música.

Con momentos altos y bajos pero siempre en armonía.
Los instrumentos bailan juntos, en sintonía con todo.

Despacio pero avanza... un, dos, tres... un, dos, tres...

Sin abusar de unas notas para sustituir otras.
Todas son importantes. Todas se saborean.


Marcando los tiempos.

Despacio, pero avanza.

Sintiendo la melodía. Disfrutándola.

Que cuando termine perdure en los recuerdos. Sin aplausos, sólo sonrisas.
Sólo sentir que he hecho tan felices a los que escuchaban como lo he sido yo al tocarla.

Despacio pero avanza... un, dos, tres... un, dos, tres...

martes, 15 de febrero de 2011

Reflexiones de San Valentín

¡Vaya con el mes de febrero!, para ser cortito, no tiene un pelo de tonto.
No sólo de pan vive el hombre, y este mes lo refleja como ninguno: hay que alimentar al corazón por San valentín, alegrar  los cuerpos por Carnaval y fortalecer el espíritu en Cuaresma. Y además por ese orden nada casual, algo así como:

                                     Una rosa y un beso para tener sexo.
                                     Y si luego me arrepiento, 
                                     en Cuaresma le echo cuento.


Ayer, bajo toneladas y toneladas de corazones rojos y demás regalos horteras hechos en China, algunas parejas (casi todas muy jóvenes, eso sí) se tomaban en serio el evento y buscaban entre sus palabras para expresar lo que sentían.

Pero es muy difícil poder expresar lo que no se razona, lo que sólo se vive. Y el "te quiero" está tan desgastado, que todos los que se aventuraron a regalar su auténtico corazón trataban de darle autenticidad con frases trascendentales. Cuestión de vida o muerte, vamos: Te necesito; No puedo vivir sin ti; No sé que haría sin ti o su variante ¿Cómo he podido vivir sin ti todo este tiempo?; sin ti me muero....

Yo no soy ningún experto en nada, mucho menos en esto del amor, y todavía menos en expresar sentimientos (en eso estamos, de ahí compartir en este blog). Pero no puedo entender el amor de esta manera. Yo siento otra cosa, y hoy me veo con ganas de intentar expresártelo por escrito (que ya sabes que me gusta más expresarme de otras maneras). ¡Prepárate que voy!

Tú y yo vivimos en pelotas el uno con el otro. Conoces todos mis defectos. ¡sabes cómo soy y me quieres igual!. Y no sólo los aceptas, sino que juntos nos transformamos, sin ninguna obligación de hacerlo, en mejores personas. Aspiro a ser la persona que tus ojos ven.

Pero no hay imposiciones, siempre me he sentido totalmente libre a tu lado, de otra manera no podríamos estar juntos. No es una libertad de secretos, de necesitar mi espacio o mi intimidad. Es una libertad basada en la confianza plena. No tengo que esconderme porque sabes como soy. Por eso no hay sacrificios, no hay que priorizar si lo tuyo o lo mio. Todo es uno, y me encanta.

Eso no quiere decir que lo nuestro sea idílico. La libertad hace que choquemos continuamente. Somos un par de bestias pardas que muerden si hace falta, pero nos queremos. Siempre estás ahí. Pocas veces me he sentido solo desde que estoy contigo, y esas veces siempre has estado ahí, pero no era capaz de encontrarte. 

Por eso no siento que no pueda vivir si ti. Claro que puedo, pero tú eres la que me hace sentir vivo. Tú eres mi vida.
Si tú no estuvieras me sentiría mal, hundido, pero seguiría existiendo. Lo que tengo claro es que no sería yo. Yo soy contigo. Sin ti, también sería, pero otro.

Sigamos entregándonos como hasta ahora. No hay mejor regalo que una vida viva como la que tenemos juntos. Como la que en poco tiempo traeremos al mundo.

Sin estridencias, pero sincero: TE QUIERO.







lunes, 7 de febrero de 2011

RRRABIA

¡Ten cuidado!, que las lágrimas se están secando y aún no se ha ido la pena.

!Ten cuidado!, que es ahí donde germina la rabia.

Disfrutas dándomelo todo, sólo para quitármelo. ¡Y yo empeñado en hacerte el amor cuando tú sólo quieres joderme!.

Está bien, ¡Jodamos juntos!. ¡Hasta hacer sangre!. Hasta que ya no quede nada que me puedas arrebatar.

                                                                    ***

Como una marioneta te sigo el juego, Hijo de Puta.

Me conoces. Sabes que nadie me escucha y que la sangre me hierve.

¡Tú has sembrado la rabia sólo para ver cómo la hago crecer!. Sabes que deseo la libertad que me hace sentir.

Solitario es fácil ser libre...

                                                                      ***

Pero no me vas a transformar, Cabrón. Esta vez no.

Es hora de arrancar las malas hierbas.

Usaré tu propio fuego para quemarlas.

¡Ten cuidado!, que mañana, de nuevo, saldré a luchar.

domingo, 30 de enero de 2011

Aviso urgente a los "comentaristas" del blog

La Dirección de este blog ha determinado que en las entradas que se vayan publicando, queden prohibidos terminantemente comentarios tan bonitos como los publicados hasta ahora.
No es justo que uno trate de alimentar su vanidad a lo Góngora, para que lleguen unos cuantos Quevedos (bueno, dos de momento), y en cuatro líneas, sean capaces de expresarse con tanta belleza, que reducen a la mínima expresión el poco interés que pudiesen levantar los textos originales.

Atentamente:

Sr. Indiana.
Presidente del Grupo Empresarial Se Creative.

jueves, 27 de enero de 2011

En la batalla

Respiración acelerada.

Una gota de sudor frío recorre mi espalda de un latigazo, hasta anidar en mis entrañas.

Hay nerviosismo.

¡Es la guerra!.

La vista ocupa mi primera línea de combate. 
Una legión de formas curvas imposibles van saliendo poco a poco a su encuentro.

Necesito refuerzos.
Lanzo el ataque del gusto y al tacto. 
Juntos son más poderosos.

La suavidad de su piel; la dureza de sus pechos; el calor húmedo que emana de su interior...
La vista se me nubla y no acierto a ver el primer zarpazo.

Como dos felinos enjaulados, luchamos por dominar el minúsculo territorio. 
Esta vez gana ella, ¿o he ganado yo?. 
No importa. El desenlace es el deseado.

Se hacen fuertes los olores. Me envuelve una atmósfera de aromas dulces y óxidos.
Olores primarios. Sin aditivos.
Huele a sensualidad y prohibición. A religión y carne.

Enloquezco.
Descontrolado, lanzo mi ataque más poderoso. Estallan entonces los sonidos, que dan cuenta de la dureza del combate.

Con todas mis fuerzas, con mis cinco sentidos excitados, odio y amo, gimo y grito, acaricio y desgarro hasta darme la vuelta por completo. Hasta el estallido final, donde los soldados de ambos ejércitos se confunden.

Ya no hay lucha. Llega la calma.

En el manso momento, firmamos una tregua abrazados.
Con los ojos cerrados y el enemigo entre mis brazos, comienzo a planear la siguiente batalla.

La guerra aún no ha terminado.





  

SE: Aviso urgente a los "comentaristas" del blog

SE: Aviso urgente a los "comentaristas" del blog

lunes, 24 de enero de 2011

¿Qué habría sido de...

... Colón sin los portulanos de Ptolomeo?.

 ¿Habría descubierto Schliemann la ciudad de Troya sin Homero?.

La Cultura, el CONOCIMIENTO con mayúsculas, se escapa de los límites espacio-temporales que definen nuestra realidad y enmarcan nuestra existencia: personas que no se conocen, de lugares y épocas distintas y remotas, pueden acabar trabajando juntas para hacer realidad los mismos sueños. Casi siempre, la máquina del tiempo no es más que un simple libro, pero hay que saber hacerlo funcionar.

...Ahora bien... ¿Qué pasaría si esas personas se hubiesen conocido físicamente?. 

¿Os imagináis conocer al autor de ese libro que significó tanto para nosotros?, ¿aquel capaz de hacer que la persona que lo terminó fuese distinta a la que lo empezó?.

Yo tengo la suerte de conocer físicamente a una persona capaz de transformar todo cuanto le rodea. Hemos coincidido en tiempo y en espacio, y os puedo asegurar que es una de las experiencias más revolucionarias de mi vida. Cada gesto, cada palabra suya, es una enseñanza y un desafío al mismo tiempo. Te obliga a ser mejor siempre; a no estancarte; a crecer.

El hecho sólo de escribir esto es, en gran parte, gracias a y por culpa de la revolución que ha levantado dentro de mí y a mi alrededor.

No se me ocurre otra manera mejor de darte la bienvenida, y las gracias, que haciendo lo que me has empujado a hacer: escribir y compartir.







viernes, 21 de enero de 2011

Gracias Florecejonia

El primer regalo para mi hijo. ¡Qué mejor que una canción!.
Pinchad en el título para disfrutarla.

Gracias rubia. Nunca dejarás de sorprenderme.
(Bailada y requetebailada... a pesar del frío).

Contracciones

Estoy convulsionando. Literalmente.

Desde las 10:15 del 20 de enero, la euforia se ha apoderado de mí de tal manera, que apenas acierto con las teclas. Tiemblo tanto, que ni siquiera siento el frío de este día.

Indiana Jones en busca de sí mismo. No he tenido que decapar el barniz que me cubre como pretendía. De repente se ha desprendido. SE quien SOY. Estaba dentro, pero no de mí. Me rodea.

Borrachera de sensaciones. 
Fusión de recuerdos y sueños, de temor y valentía.
Sonrisa en el rostro y lágrimas en los ojos.

Dejarse llevar......


¡Cómo agradezco mi existencia por vivir este momento!. Todos y todo me sonríe. ¡Cómo no he visto hasta ahora cómo era el mundo en realidad!.

¡Vida!.

¡Cómo agradezco no ser uno!. Existir en dos, en tres. ¡En todo!.

¡Sueños!.

Apenas eres y ya existes.
Te dedicaré mi vida entera, pues soy yo el que te la debe a ti. 
Todo tiene sentido.

Gracias Sonia por ser conmigo. Por toda tu sabiduría condensada en esta gotita de vida.
Tengo la sensación de que tú todo esto ya lo sabías, pero me has dejado ir aprendiéndolo despacito, como se enseña a los niños.

Esquiva plenitud, has aparecido cuando dejaba de buscarte.
¡Voy a ser padre!!!!!!!!!!!!!!.



miércoles, 19 de enero de 2011

Buscando la felicidad

Hoy empiezo el día con una sonrisa... a las 6 de la mañana. ¡Me he propuesto ser feliz!.

Uso SANEX en la ducha para tener una piel sana, y el HyS anticaspa y anticaída, que quiero tener la cabeza fresca, pero no tanto.

Me afeito con GILLETTE, que a las mujeres no les gusta los hombres con barba. Y para las ojeras, un poquito de Revitalift men de L´OREAL, que parezca que he dormido ocho horas, que yo también lo valgo.

Antes de salir del baño, COLGATE blanqueador, LISTERINE y el ORAL-B eléctrico, que ocho de cada diez dentistas los recomiendan. 

Un poquito de desodorante AXE y unas gotitas de BRUNO BARANI para parecer desenfadado. ¡Hoy las tías no se me escapan!.

Rápidamente, un vasito de los ocho de BEZOLLA que tengo que tomar para eliminar toxinas, un tazón de ALL-BRAN y SPECIAL-K mezclados para ir a trabajar bien cagado y no ser borde, y un poco de zumo DON SIMÓN, exprimido directamente de las naranjas minutos antes de meterlo en el cartón.

Ya llego tarde. Cojo lo primero que pillo del armario de lo que compré en las rebajas del EL CORTE INGLÉS, que no podía desaprovechar esos precios de escándalo, y como complemento, mi VICEROY, pues no es lo que tengo, es lo que soy.

Dejo descongelando las croquetas de mi madre que hace LA COCINERA y salgo disparado a trabajar, aunque hoy me tocará pasar por el HOLIDAY GYM para bajar la comida y quitarme el antiestético michelín.

¡Es una gozada meterme en el atasco con mi OPEL CORSA!, que yo no sigo a los demás, son los demás los que me siguen a mí. Podía haberme comprado un BMW, ya que me gusta conducir, pero tengo que ser ahorrador, por lo que tengo el dinero metido en ING.

Comienza la jornada. Sé profesional, sé amable, sé divertido, sé guapo.... debe parecer que no cuesta. Menos mal que cuento con ABANDERADO, ADOLFO DOMINGUEZ, NOKIA, PASCUAL, SONY, TELEFÓNICA... ¡ah! y mi FACEBOOK  y mi TWITTER para estar en contacto con mi gente.

Acaba el día y creo que empiezo a sentirme mejor, pero estoy agotado. Voy a sentarme a ver un rato la tele.

¡Mierda!, ¡Un nuevo producto y mejorado!.

 Si es que la felicidad es inalcanzable.

martes, 18 de enero de 2011

PRESENTARSE

Sin más pretensión que la de coger aire.

Cambiar el "sé alguien en la vida" por el "conocerse".
El "sé siempre joven" por el "aceptarse".
De "sé fuerte" a "reconciliarse".
Sé esposo, sé hijo, sé amigo, sé profe........ufff........... REENCONTRARSE.

Este es un espacio creado para bajarse del mundo. Para la hora del recreo. Para volver a ser donde lo dejamos, allá por la infancia, sin imperativos. 

No está pensado para ser leído, sino sólo para ser, por lo que no hay ni exigencias literarias ni asistencia periódica obligatoria.

No va a ser tampoco la guarida en la que encontrar refugio, tan sólo un lugar en el que hacer un alto en el camino y coger fuerzas.

Si te apetece ser mi compañero de juegos, BIENVENIDO.