lunes, 14 de noviembre de 2011

De mayor quiero ser como tú

Saqué un instante la cara del ombligo para respirar. Tenía ya las pupilas deformadas de tanto mirar a lo oscuro y llorar.

Siempre serena, paciente, esperabas.
Con ternura en los ojos. Con pasión en los labios, esperabas.
Junto al amor de tu vientre, esperabas.
De tu frágil fortaleza saco las fuerzas para arrancarme lo que no cuadra con el presente. Tan deliciosamente contradictoria, arrastras mi peso muerto de las sombras mientras demandas necesidad en las caricias que son tuyas.
Y aún te sobró una mano para ventilarte los demonios. ¡Qué orgulloso me haces sentir!.

Me llevará un tiempo amor, pero al teneros se está normalizando. Sin prisa pero sin pausa. Musiqueando.

3 comentarios:

  1. Esas caricias de las que hablas son las que hacen que no sólo sea frágil.
    No tengas prisa todo aprendizaje lleva su tiempo, y tu hijo y por supuesto yo estaremos a tu lado siempre.
    Te quiero, y soy yo quien tiene que agradecerte que me hayas sostenido cuando me asomaba al abismo (que era muy a menudo) y no me dejes caer. Por teneros a vosotros eso esta cambiando, y ya no siento la necesidad de adentrarme en la oscuridad cada vez que el fantasma aparece, ya no tiene tanto poder, ya no me da miedo, porque vosotros estáis siempre alerta para salvarme. Ahora me enfrento con valentía y creo que poco a poco voy venciendo.
    No quieras ser como yo, sé siempre como tú eres porque así siempre nos complementaremos el uno al otro y siempre podremos seguir aprendiendo como hasta ahora....

    ResponderEliminar
  2. ¿y que te digo yo ahora, si ya lo has dicho todo?

    Eres mi debilidad. Rendirme ante ti es la derrota más dulce.
    Pero cuidado conmigo, que me están entrando ganas de volver a ganar.
    Enhorabuena por esa destacada victoria. No le diste opción.

    ResponderEliminar
  3. Ya no tiene poder y por tanto ya tampoco tiene tanta importancia.
    Aunque me encanta ser tu debilidad, también me gusta la lucha, ya lo sabes, aquí estaré esperando que vengas a intentar ganar, pero luego no me culpes si al día siguiente te aprietan los pantalones.

    ResponderEliminar