lunes, 13 de febrero de 2012

¿Por qué me quieres?...

... me preguntabas, abalanzada sobre mí, tan sólo un instante después de haber hecho el amor.
Hemos galopado juntos hasta tocar el cielo y ahora, fatigada, necesitas que alimente tu pasión con palabras esenciales.
Y yo sin sangre en la cabeza.

Podría decirte que a tu lado nada más deseo, que sólo contigo me sobra para ser feliz. Pero no es eso por lo que te quiero. Podrías no ser tan maravillosa y yo te seguiría amando como el primer día. Como la última vez.

No. Me pides esencia y voy a encontrarla, aunque no sea fácil entre tantos motivos para amarte.

Tal vez hablarte de cómo a tu lado yo soy mejor persona, de cómo me inspiras para intentar ser mi mejor versión. No, tampoco es eso. Sólo lo hago por merecerte; si fueses la Reina Mala me esforzaría de igual manera por acumular deméritos hasta estar a tu altura.

No es eso por qué te quiero.

En la sencillez ha de estar la esencia. Tan sencilla como nosotros. Tan sencilla como quererte.

¿Por qué no simplemente porque es divertido?
No hemos dejado nunca de ser aquellos dos niños que quedaban para jugar, con la única pretensión de pasarlo bien. (Bueno, yo ya quería algo más. Ya estaba enamorado por aquel entonces).

Juntos, el tiempo se nos pasa volando, pero parece que nunca hubiese pasado. Así llevamos viviendo tanto tiempo: sin tiempo.
¿Entiendes ahora por qué te quiero? porque nuestro amor es eterno.

Venga, ¿a qué jugamos?.