miércoles, 30 de noviembre de 2011

El hombre deshumanizado

"El catorce de febrero me telegrafiaron desde Buenos Aires  que volviera inmediatamente, porque mi padre no estaba <<nada bien>>. Dios me perdone; el prestigio de ser el destinatario de un telegrama urgente, el deseo de comunicar a todo Fray Bentos la contradicción entre la forma negativa de la noticia y el perentorio adverbio, la tentación de dramatizar mi dolor, fingiendo un viril estoicismo, tal vez me distrajeron de toda posibilidad de dolor."
J.L.B.
Funes el memorioso.

Del lector que se puso a escribir. Parte II

No tengo una prosa sedosa,
mis palabras no son suaves, no acarician hasta hacer estremecer.
No la siento partitura transformada en tus manos melodía.
Importa lo dicho
no es bella en el fondo.
No es poesía.

Escribir me es laborioso. No hay romanticismo en mis textos.
No son más que los deshechos resultantes de ordenarlo todo para vivir inspirado.
En este lugar. En este momento. Durante una vida.
Son textos inútiles tras su punto final.

Y sin embargo los conservo.
Tal vez quiera ser el viejo de ojos alegres enmarcados en arrugas, que contempla con orgullo los recuerdos de su baúl.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Del lector que se puso a escribir

Presente, pasado y futuro.
Todo se conjuga en un escrito.
En este lugar. En este momento. Arrastrado por las vivencias o movido por los sueños.

Escribir es transformarse, manejando uno sus hilos. Comprendiendo quién se es y aspirando ser quien comienza a definirse en sus textos. Palabras elegidas unas veces, inconscientes otras, bellas, feas, en idiomas variados,  pero que siempre consiguen rellenar el espacio en blanco, reducir el vacío, acortar la distancia que separa realidad e imaginación.

No es necesario dominar el lenguaje, ni en sus normas ni en su belleza.
No importa qué se escriba ni qué lo motiva.
Da igual quién te lea. Ni siquiera que te lean.
Si la satisfacción es el poso que permanece al entregarse en un texto,
ese es un buen escrito.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Tambores de guerra

¡Prepárate, pequeño ángel!
que se te van a caer las alas.
Voy a hacer que te mojes hasta que puedas apagar el infierno que me atrapa.
Y cuando esté fuera, desearás no ser un ángel.

lunes, 14 de noviembre de 2011

De mayor quiero ser como tú

Saqué un instante la cara del ombligo para respirar. Tenía ya las pupilas deformadas de tanto mirar a lo oscuro y llorar.

Siempre serena, paciente, esperabas.
Con ternura en los ojos. Con pasión en los labios, esperabas.
Junto al amor de tu vientre, esperabas.
De tu frágil fortaleza saco las fuerzas para arrancarme lo que no cuadra con el presente. Tan deliciosamente contradictoria, arrastras mi peso muerto de las sombras mientras demandas necesidad en las caricias que son tuyas.
Y aún te sobró una mano para ventilarte los demonios. ¡Qué orgulloso me haces sentir!.

Me llevará un tiempo amor, pero al teneros se está normalizando. Sin prisa pero sin pausa. Musiqueando.

jueves, 10 de noviembre de 2011

"Sólo lloro palabras de arrepentimiento"

No sé enfrentarme al dolor
sólo sé luchar contra él.

No supe besarte, madre, y te endureciste.

No supe ser apoyo, padre, y tiraste la toalla.

No me acuerdo de vosotros, Javi y Marcos, y habéis muerto.

Ni de vosotros apenas, familia, y siento el vacío agrandarse.

No estuve a la altura, José, y despedías, tan joven, a tu madre.

Me nombré tu amigo, Ada, y te dejé sola.

No sé expresarte mi amor, Sonia, y temes, y lloras.

No sé enfrentarme al dolor
sólo sé luchar contra él.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Llanto

Aprendí a ser un hombre
y me he deshumanizado.

Si sufrís me quedo inmóvil, impávido, impasible...  Imbécil.

Si sufro no os dejo acercaros. Eso me aleja de vosotros.

Siembro lágrimas en vuestros rostros.
Yo sólo lloro palabras de arrepentimiento.

Quisiera romper la piedra fría que me cubre. Os necesito.