... entendernos, sin palabras que confundan.
Reivindicarnos como hombre y mujer.
Hacer de nuevo el amor a carcajadas.
Reencontrarse.
Gracias. Mil gracias. Infinitas gracias, eternas y sinceras.
Gracias por traerme de vuelta de Perdedor por el camino sinuoso de tu delicioso sexo.
Gracias.
(Los pantalones me aprietan al recordarlo).
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