Olvida las dulces palabras.
No importan ya tu atractivo y tus sensuales maneras.
Tus juegos de erotismo.
Estoy aquí. Ya me tienes. No los necesitas.
No quiero tu belleza, sólo tu carne, huesos y fluidos.
Quiero ensuciarme en ellos y jadear toda la noche, hasta nacer de nuevo animal.
No quiero tu ver tu cuerpo, sólo oler y saborear tu excitación.
Que te alimentes de mi sexo firme hasta saciarte. Hasta fundir su dureza con el húmedo calor del tuyo.
Sólo quiero el puto placer que calme mi instinto.
Olvídalo todo. Y empieza a desnudarte.
Indiana escribe poemas? Y además con toque de impromptu!
ResponderEliminarPoemas yooo?, pero si la única métrica que usé ese día fue la de.... bueno, da igual.
ResponderEliminarSi te reconozco lo del pronto, eso sí.
Sentir esto llevando toda una vida juntos, eso sí es poesía. !Y que sigamos escribiendo versos hasta el fin de nuestros días!.
ResponderEliminarPues venga, venga, ¡a escribir! jajajaja
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